CREER, OBEDECER Y EJECUTAR: LA POLÍTICA SÍ ES PARA LAS MUJERES

Publicado en por Revista Tiempo Cultural

Por  Dra. Deysi Yaneth Rogel

Dra.-Rogel-Guardado2.jpg

(PRIMERA PARTE)

Creer. Pareciera que es una simple palabra constituida por cinco letras. Pero tiene un significado enorme y especial. Al buscarla en el diccionario bíblico del Dr. Wilton M. Nelson, dice: "Creer: fe". Cuántas de nosotros y nosotras sólo creemos, pero no tenemos fe en que somos capaces de soñar con un mejor mañana para nuestras familias y nuestro país, espacios donde se respire armonía, amor, libertad y paz, entre otros valores. Es necesario que seamos conscientes de la responsabilidad que adquirimos al formar e iniciar un hogar. Es necesario que cada mujer busque muy dentro de sí, el potencial con el cual Dios dotó a cada una de nosotras para que seamos especiales, recordando en cada momento como Él nos ama cuando nos dice que somos su mayor tesoro, la niña de sus ojos. El mundo y la sociedad son hirientes con el sexo femenino, por eso debemos sacar cada día, tomar los retos y desafiar al mundo para hacer del planeta un lugar digno de vivir y compartir con nuestros seres queridos. Sí, cree en ti, eres especial: ¡Eres Mujer!. La política sí es para ti. Escuchemos esa pequeña voz que nos dice: tú puedes, sigue adelante, esfuérzate y sé valiente. Aprovechemos los dones con los que hemos sido dotadas y compartamos con otras mujeres esos dones por el bienestar de nuestras familias, reconociendo que la fe mueve montañas y que si nos unimos seremos invencibles para lograr lo que nos propongamos, siempre buscando el bien común para nosotras , nuestras familias y la sociedad. Debemos creer en el gran potencial que todas las mujeres tenemos en la toma de decisiones, desde el hogar- al ser las responsables del cuidado de nuestras familias- hasta en las escuelas, colegios y universidades, en puestos municipales y parlamentarios. Si todas tomamos conciencia de que unidas todas las mujeres somos la mayoría en el país y en el porcentaje de mujeres votantes, lograríamos tener una mujer en el poder como presidenta que gobierne con equidad y transparencia, poniendo a Dios en primer lugar, luego a la familia y al país, buscando el bien común. Recordemos que la política sí es para mujeres. Obedecer. Es escuchar y prestar atención a la voz interior. Es así como reconocemos que al ser humano por naturaleza le cuesta obedecer, ser humilde y creerle a esa pequeña voz interior que nos indica el camino a seguir. Si tan solo creemos y obedecemos, cuánto sufrimiento nos ahorraríamos, y seríamos felices. Deseo compartir mi experiencia personal con Dios. Durante muchos años , me costó creer que un mensaje que llegó a mis manos tenía que transmitirlo. El tiempo pasó y me era difícil creer que Dios puede. Es de recordar que, desde hace muchos años, mujeres valientes y visionarias se rebelaron contra el sistema y fueron protagonistas en la participación política de esa época. Gracias a ellas, hoy es posible que tú y yo seamos partícipes en la toma de decisiones en nuestro país y de que seamos dueñas de nuestro pensamiento. Es así como este día decido creer, obedecer; y Ejecutar: Un mandato que hace 11 años se me encomendó. Luego de realizar un viaje a Israel, visitamos Bélgica y Holanda. Al pasar frente a La Haya, escuché una voz que me dijo: escribe y transcribe lo que ese día se me fue revelado a mi persona para mi país. ¿Qué nos falta a las salvadoreñas y los salvadoreños? Pedir perdón de corazón, olvidar y dejar atrás todo. Recomenzar a construir, no importando el color, la raza y la religión; y querer a nuestros niños, niñas y ancianos; y respetar, no a un régimen, porque hay tantas personas dolidas por los muertos que no se les puede dejar atrás. Aprender a reír y a enseñar, y construir un nuevo y hermoso El Salvador, apropiado a sus costumbres. Y respetar a los Acuerdos de Paz.

Para estar informado de los últimos artículos, suscríbase:
Comentar este post